¿El asesoramiento financiero es solo para ricos?

Rotundamente no, existe la idea generalizada de que el asesoramiento financiero o las inversiones financieras son solo para gente adinerada y no para economías modestas pero no es así en absoluto, más bien al contrario pues cuanto más modesta es la economía de una familia más necesidad hay de que esta crezca y más empeño hay que poner en ello.

Hemos crecido pensando que las inversiones son solo para los ricos. Cuando no tienes mucho dinero, no puedes permitirte entrar en los mercados y si lo haces, deberá ser por tu cuenta y riesgo, sin asesoramiento. Nada más lejos de la realidad.

Este tipo de pensamientos basados en falsas creencias son los que impiden a muchas personas alcanzar sus metas financieras. Los tiempos en los que era necesario tener una fortuna para invertir y estar bien asesorado son cosa del pasado, lo mismo que los tiempos en los que el ahorrador debía conformarse con la imposición a aplazo fijo o el plan de pensiones que le recomendase el banco de turno. Si quieres una alta rentabilidad para tu dinero puedes conseguirla y sin tener que aprender a invertir por tu cuenta, lo mismo que para operarte una fractura de un hueso tampoco tienes que estudiar medicina, basta con que un profesional de la medicina lo haga por ti.

La figura del asesor financiero independiente está hoy al alcance de cualquier persona.

Como muestra de que el asesoramiento financiero que prestamos está orientado a todo tipo de clientes con independencia de cuál sea su patrimonio, vamos a enumerar algunas de las distintas tipologías de clientes con los que trabajamos, en función de su patrimonio:

  • Clientes con un patrimonio asesorado de varios millones de euros.
  • Clientes con un patrimonio asesorado entre quinientos mil y un millón de euros.
  • Clientes con un patrimonio asesorado entre cien mil y quinientos mil euros.
  • Clientes con un patrimonio asesorado entre treinta mil y cien mil euros.
  • Clientes con un patrimonio asesorado menor a los treinta mil euros.
  • Clientes que partiendo de cero se les planifica un plan de ahorro e inversión a largo plazo, por el cual aportan todos los meses una cantidad fija de dinero, que se les va invirtiendo mes a mes. Esas aportaciones mensuales son muy variadas y van desde el cliente que aporta 80€ mensuales, a otros que aportan 200€, 300€, 500€, 800€, 1000€, o incluso alguno que ronda los 2000€ mensuales. También tenemos empresarios o autónomos que como tienen una generación de ingresos más irregular, prefieren ir aportando cantidades cuando la marcha de su negocio se lo permite, y así pueden aportar cantidades como 2000€, 3000€ o 5000€ varias veces al año de una forma irregular.
  • También hay otros clientes que invierten un patrimonio inicial y además hacen aportaciones periódicas.
  • Algunos de los clientes con mayor patrimonio también siguen el proceso contrario y es el de ir recibiendo mes a mes una cantidad fija procedente de sus ahorros a modo de sueldo.
  • Etc,……